viernes, 24 de agosto de 2007

“Dime como evalúas y te diré que tipo de profesional y de persona eres”

En este documento del autor Miguel Ángel Santos guerra se destaca primordialmente lo que tiene que ver con el proceso de evaluación, todo lo planteado esta centrado en este concepto simple pero de mucha importancia,”la evaluación”
Concuerdo con el autor que aunque el proceso de evaluación es llevado a cabo por cada profesor de un área determinada, este proceso no depende tan solo del profesional, sino que éste debe regirse por ciertas circunstancias y contextos a los cuales el profesor se debe adecuar.
Como el tema principal es la “evaluación” Santos Guerra menciona ciertos factores que condicionan el proceso evaluativo como son las “prescripciones legales”, las cuales impiden que el profesional realice la evaluación de una manera objetiva. Otro factor planteado por el autor con el cual concuerdo es que la evaluación esta regida por la “presión social” en la cual las calificaciones obtenidas por la evaluación ayudan a que la sociedad clasifique a los alumnos en malos y buenos, a pesar de que su objetivo no es el degenerar una clasificación, las normas que rigen a la sociedad actualmente producen esto, me refiero por ejemplo, a que en la actual sociedad si una persona quiere obtener un trabajo, la pauta por la cual se guían los empleadores hoy para poder ver qué persona es la que se esta presentando es su expediente académico.
Otro agente a tomar en cuenta es el de la condición organizativa en el cual se desempeña la evaluación, pues depende no sólo del evaluador sino, del tiempo, los alumnos, los medios y las circunstancias en las cuales se llevará a cabo. Coincido en lo que cita el autor en que muchas veces si los resultados no son favorables se culpa a los alumnos de esto y difícilmente el evaluador reconoce que forma parte en los resultados obtenidos, quiero decir, que muy pocos profesionales asumen su responsabilidad en el producto final de la evaluación: el aprendizaje.
Santos Guerra alude a que el proceso de evaluación permite revelar las actitudes que tiene el evaluador, es decir, el profesor no debe aprovecharse de su poder, sino que debe tomar en cuenta que parte de lo que los alumnos aprenden es su responsabilidad, además, debe investigar sobre el contexto social e el cual viven sus alumnos para elaborar una pauta de evaluación acorde a las circunstancias.
El escritor luego de referirse a su idea principal como es la evaluación y sus ideas secundarias: los factores que condicionan este proceso concluye que para concretar una mejora en el proceso evaluativo es necesario analizar subjetivamente los procesos de evaluación formulando interrogantes que deben conducir a un proceso de investigación que arrojará resultados que se debieran concretar, lo cual no sólo dependerá del profesional evaluador, sino también, de que los administradores aporten, a través, de apoyar las iniciativas de los docentes.
Si no se tomará en cuenta todo lo aludido por el autor la mejora de las evoluciones no se podrían concretar y por ende, no se produciría una mejora en la calidad de aprendizaje de los alumnos, lo que a la vez, no lograría el tan anhelado desarrollo de nuestra sociedad.

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